Finca tranquila y espaciosa con piscina infinita, barbacoa y tumbonas y con un apartamento anexo con terraza propia, en Artá, Mallorca.

Disfruta de unas vacaciones únicas en el corazón de la naturaleza mallorquina, en una villa de estilo mediterráneo diseñada para el descanso absoluto. Esta finca privada ofrece un ambiente exclusivo para hasta 8 personas. Su situación elevada permite contemplar vistas espectaculares que se extienden hasta el mar, brindando una experiencia visual inolvidable.

Interior de la villa:

Con una superficie habitable de aproximadamente 350 m², esta villa combina elegancia y confort en cada rincón. El interior ha sido cuidadosamente decorado, integrando materiales nobles, mobiliario de alta gama y detalles artesanales que aportan un carácter cálido y acogedor.

Cuenta con 4 dormitorios dobles, cada uno con baño propio, dos de ellos en suite. Una de las habitaciones está situada en la planta inferior a modo de apartamento privado, con su propia terraza. El salón, con chimenea y conexión de fibra óptica, se convierte en un espacio ideal tanto para la convivencia como para el relax. La cocina, completamente equipada, y el amplio comedor permiten disfrutar de comidas en grupo con total comodidad.

Exterior:

La finca, con más de 17.000 m² de terreno, dispone de una zona ajardinada impecable, tumbonas, toallas de piscina y un impresionante infinity pool de agua salada que se funde visualmente con el horizonte.

Una barbacoa de obra invita a las cenas al aire libre mientras se contempla el atardecer sobre Artà. Las distintas terrazas, accesibles desde varios puntos de la casa, permiten encontrar rincones de sombra o sol durante todo el día, siempre acompañados por el silencio y la belleza del paisaje.

Localización:

Situada en las tranquilas colinas de Artà, esta propiedad ofrece un equilibrio perfecto entre aislamiento y cercanía. Está lo suficientemente cerca del centro de Artà como para disfrutar de su oferta gastronómica, tiendas y ambiente local en cuestión de minutos.

Desde la finca, se accede fácilmente a las playas vírgenes del Levante mallorquín y a senderos naturales que recorren el parque natural de la zona.